Desgraciadamente ya se acabó la Bienal de Flamenco Sevilla y los aficionados tienen que esperar dos largos años hasta que continuen con la 20a edición. Hasta entonces podemos recapitular unas semanas muy flamencas. He aquí unos ejemplos:
El 19 de septiembre se pudo escuchar al cantaor poco conocido por el gran público Perico el Pañero de Algeciras en la iglesia San Luis de los Franceses. Su curioso apodo se refiere a su abuelo que vendía paños.
A continuación presentó el Ballet Flamenco de Andalucía debajo de la dirección de la bailaora Rafaela Carrasco «Tierra Lorca. Cancionero Popular». Fue un homenaje al poeta F.G. Lorca que, como en Granada, fue ayudado con impresionantes efectos visuales. (anjanita ya reportó sobre el proyecto)
El 28 de septiembre cantó Rafael de Utrera en la iglesia San Luis de los Franceses. Él busca la jondura del cante (esta que ya describió Lorca en su conferencia sobre el cante jondo) en sus adentros para mantener viva su fe en el cante más profundo que sale de las entrañas.
Más tarde se pudo ver al Pedro el Granaíno y Alonso Nuñez „Rancapino Hijo“ con su proyecto „Se funden los metales“ en el Teatro Central. Fueron acompañados entre otros por la violinista suiza Sophia Quarenghi, que hace años vive en Andalucía.
El 30 de septiembre actuó Manuel Manuel Moneo, el hermano del famoso y lamentablemente ya fallecido «El Torta», en Sevilla. Porque el cantar le fatigó un poco, dejó a su palmero y hijo «El Barullo» unas letrillas.
Luego se reunió la familia Sordera, La casa de los Sordera, en el bonito patio del Espacio Santa Clara para presentar un programa variado.
Para la clausura el 2 de octubre en el Teatro Maestranza eligió Cristóbal Ortega, el director de la Bienal, una leyenda viva del cante: José Mercé. Mercé fue acompañado por otras leyendas guitarristas: Tomatito, Pepe Habichuela y Alfredo Lagos. El concierto lo grabraron para un disco nuevo y ya fue agotado en marzo.